miércoles, 13 de marzo de 2013



PRÓXIMAMENTE...



Palabras y Tambores:
¡¡¡Árbol Blanco Bienaventurado Grande que Resuena!!!

Presentamos y compartimos con ustedes esta aventura por la percusión ritual de la palabra, y por las conversaciones profundas y entrañables que la humanidad ha sostenido con un tambor. No es este espectáculo teatro de visita, pero vamos a conversar en una sala de luz.
Los hemos invitado a desarrollar con nosotros una tesis de espectador, porque sólo se puede tender el lazo entre el creador y el espectador, si se ha tenido el privilegio de estar en su lugar, libre de prejuicios y abierto de alma y cabeza. Creemos, y aprendimos de Marga López, que una lectura poética es un acto escénico, que los lenguajes poéticos son hermanos, y que la presencia de la palabra en un escenario exige al espíritu del lector la posibilidad del juego escénico, lo mismo que el juego de las canicas, exige la libertad deliciosa de poner las rodillas sobre el polvo. Haremos lectura de poesía, sobre la cuerda floja del escenario, con telones de música y luces de cuerpo y danza. No es este espectáculo un recital de poesía, pero es la poesía nuestro único interés.
Palabras y Tambores no es un concierto, pero entre música virtuosa de nuestro hermano antiguo, Alejandro Rochat, concertamos en diálogo de luz, cuerpo y palabra, al ritmo negro de África, y de todos los confines del tambor.
Nos quedamos aquí, la hora larguita que dura el espectáculo, pero queremos viajar con ustedes, colgados de las orejas, por el tiempo y el espacio que han construido estos poemas  telúricos de hombres, mujeres y culturas, cuya voz, sentimos, siempre estará incompleta hasta el momento en que  llegue a sus entrañas. No es este espectáculo sólo un espectáculo, depende de nosotros, y de ustedes, que sea una epidemia que inunde de calambres el hambre de sus vientres.
La poesía se escucha con el estómago.

domingo, 10 de marzo de 2013


Teatro Bitácoras.
El juego de navegar.

Desde el puerto de la infancia, en un mar de poéticas por descifrar, con el viento libre de la creación conduciendo nuestras velas, guiados por una brújula errática cuyas flechas y marcas apuntan al ser humano; navegamos por una ruta sospechada por nosotros mismos, hacia nosotros mismos… Comenzamos a escribir nuestra bitácora de viaje, conscientes de los peligros del espíritu y las corrientes caprichosas de los mares cercanos: hambrientos de la paz tumultuosa del océano abierto, de las promesas floridas de otros mundos y experiencias, con una esperanza férrea de que quizás conozcamos el abismo.
Teatro Bitácoras se quiere alejar del teatro, para que en una expedición de tierras y juegos exóticos, de aguas, tierras y lenguajes amplios, reaparezca lo que amamos del teatro, y de todas las luces de la aventura poética. Nos desterramos por propia voluntad hacia la palabra pura, la imagen inmóvil, el sonido musical del silencio y la paz silenciosa de todas las músicas, en danza de mástiles, en oración de anclas y escafandras de óleo, de esmaltes, de rocas y de arcillas: con la brisa del color en el rostro, con el traje del cielo vistiéndonos entre nubes, estrellas y bengalas; estudiando el sextante heredado por la historia, en el que la poesía está señalada por la Osa Mayor , en conjunción con las estrellas de la ciencia, la técnica y la mística.
Al final, como siempre y para siempre, ponemos mirada grave de seriedad, porque nada es más serio que un juego, y nada más serio y grave que un juego de niños. En este juego se nos va la vida, madurando y creciendo para renacer. Aquí estamos, marineros de la poesía, acompañados por tantos marineros que navegan y escriben las bitácoras de sus travesías en busca del paraíso, de la infancia, de la eternidad, de los calambres del ser,  o por lo menos del encuentro consciente y así, menos triste, de la muerte y del abismo.